3 de abril de 2009

EL DIOS INSECTO



Hace tres años escribí para Freek! Magazine éste artículo sobre Edward Gorey, que reproduzco más abajo. Acabo de recordarlo tras escuchar 'El Dios Insecto' de Las Buenas Noches, el grupo de Miguel Brieva, que está basada en el genial cuento de Gorey.


EL LEGADO DE EDWARD GOREY
Fecha: 1 de Abril de 2006 / Autor: Javier Ordás

Edward Gorey es Awdrey Gore y Ogdred Weary y Raddory Gewe y Edward Blutig y otra decena de seudónimos. Sus libros son obras maestras de lo macabro y lo insólito. Pequeñas joyas imprescindibles no sólo para los epicúreos de estos licores, si no para cualquier aficionado a la ilustración que se precie. Sus textos son auténticas delicatessen para gourmets del sinsentido. Poemas oscuros y mordaces, el reverso grotesco de las madres de las canciones infantiles.
Los años 50. El space age pop, la Unión Soviética y el Spútnik-1 en órbita terrestre, la era nuclear, la explosión de la sciencefiction y el new look tras la austeridad de los años de guerra. Todo es moderno, los 50 son el futuro.
Mientras, en el polo opuesto de la vida, un joven y talentoso escritor y dibujante llamado Edward St. John Gorey autoeditaba artesanalmente unos extraños libritos de estilo anticuado, con elegantes tipografías en sus portadas, exquisitos dibujos en su interior y argumentos tan interesantes como extrañamente crueles. Sólo para raros.

LA G ES DE GOREY
Nació en 1925 en Chicago y a los cinco años ya se había leído 'Drácula' y 'Alicia en el País de las Maravillas'. Estudió en el Art Institute de Chicago y Filología Francesa en Harvard y fue director artístico en la editorial Doubleday.
La leyenda de su extravagancia empieza con el recuerdo de los que le conocieron y le veían vestido con abrigos de piel, una barba como la del mismo Tolstoi, un sombrero de mapache y con docenas de anillos y pendientes. Vivió durante muchos años en Cape Cod, en una pequeña casa en Yarmouth, supuestamente encantada según el propio Gorey, conocida como Elephant House, actual museo dedicado a su obra, que compartía con sus cinco gatos. La casa de un genuino coleccionista compulsivo: llena de libros y discos (con decenas de versiones diferentes del Mesías de Haendel, su pieza favorita), objetos de hierro (una de sus principales colecciones, desde bisagras a alicates) y un montón de extraños objetos. En una ocasión declaró: "Colecciono postales de niños muertos".
Con 'El arpa sin encordar' de 1953 comenzó la leyenda, un cuento ilustrado con estampas de despachos llenos de libros, guardapolvos y una original y extraña atmósfera de misterio. Se inaugura la atmósfera Gorey. Tiempo más tarde, elaboró 'El Desván del Listado', el clásico 'El Invitado Incierto' y 'El Ejemplo Práctico'. Horror, drama, desolación, tristeza, soledad y toques de un especial humor que más adelante explotaría con más fuerza. Todos ellos presentados en un impecable blanco y negro a la espera de su siguiente libro, esta vez en color: 'El Libro de los Bichos', obviamente la última de sus preocupaciones en su proceso creativo. De una manera o de otra, tienen el encanto de las fotos antiguas y los viejos tratados, producto de una mano y una mente única y definitivamente extraña.
Alexander Theroux, escritor de 'The Strange Case of Edward Gorey' le atribuye una relación amorosa con Bunny Lang, a la que dedicó 'La Niña Desdichada', su siguiente cuento y una historia tan triste y desoladora que es ideal para recomendar al enemigo en un momento de depresión. Sin embargo él se declaraba "razonablemente asexuado" y nunca más habló de ello.
En los sesenta, tras publicar nuevas historias geniales llegó 'The Vinegar Works', un compendio de tres obritas de enseñanza moral. Entre ellas su trabajo más popular: 'The Ghaslycrumb Teenies', traducido al castellano como 'Los Pequeñines Macabros', el cuento que le convirtió en un autor de culto.
En 1972 se publicó una recopilación de todas estas primeras obras: 'Amphigorey', dedicada a su madre. La obra de Edward Gorey por fin era accesible a todo el público que se lanzó a las librerías a por él. Sin embargo, Edward Gorey renegaba de su talento y declaraba que "tomarse mi trabajo en serio sería el colmo del desatino".

DE LAS BELLÍSIMAS FLORES EL AROMA,
NAÚSEAS PROVOCA EN LA PERSONA

La extraña y enigmática magia de Gorey vive también en las fantásticas circunstancias que rodeaban su vida. Adoraba la televisión, incluso trabajó en ella diseñando la cortinilla de presentación de la serie de la PBS 'Mistery!', junto al recientemente fallecido Derek Lamb y que en EE.UU. es todo un clásico. Era aficionado a entrañables series de dudosa calidad como 'Las Chicas de Oro' o 'Cheers' y a indiscutibles castañas televisivas como 'Buffy Cazavampiros'. También lo era de 'Los Simpsons', obviamente de las primeras temporadas, y de la genial serie de animación 'Batman'. Era un cinéfilo declarado y en una ocasión reconoció haber escrito un guión para una película que estaría escondido en algún lugar de su casa.
Gorey reconocía la influencia de escritores tan dispares como Agatha Christie, Charles Dickens, Edward Lear o Jane Austen, al contrario de lo que pueda parecer. De hecho, como contestaba a Clifford Ross en una entrevista, "lo macabro y lo gótico realmente me interesan muy poco". Era un amante de los clásicos: Durero, Cézzane o Goya (uno de sus cuadros favoritos era 'El Perro'). De Edward Bawden dijo: "Tiene una técnica en blanco y negro por la que mataría".
Sólo tres años después de la publicación del exitoso 'Amphigorey', el público y la crítica aclamaron el resto de su obra y en 1975 se publicó 'Amphigorey También'. Una nueva genial compilación de textos ilustrados de Gorey en la misma línea gráfica pero con diferentes e incomparables historias como 'El Bebé Bestial' o 'El Niño Pío'. Destacan también los trabajos inspirados en el mundo del ballet como 'El Murciélago Dorado' y 'El Leotardo Lavanda', al que estaba enganchado como al más adictivo de los narcóticos.
Cultivaba una estrecha amistad con George Balanchine, coreógrafo del New Cork City Ballet, con el que desayunaba a diario en el Jack´s Out Back Restaurant en Yarmouth Port, donde recibía a los fans que acudían a conocerle.
Los adultos también son víctimas de desapariciones extrañas, crueles bromas y sanguinarias expiraciones, cuando no relata el destino de algún calcetín abandonado o de unos alfileres desesperados. Sean cuales sean sus personajes y sus historias son resultado de una genialidad absoluta y de una creatividad sin precedentes, joyas ilustradas en los que no hay cabida para la moraleja final, y sí para el desconcierto, la crueldad y el humor negro.
En 1983 se publica 'Amphigorey Also' ('Amphigorey Además'), nuevos cuentos rescatados: más historias extrañas como 'Las Cuentas Verdes', extravagantes bizarrismos como 'La Gente Ciruela' e historias de terror como 'La Pareja Abominable'.
Gorey era un minucioso detallista en todos sus dibujos. No reparaba en la belleza de los tapices, la pomposidad de las alfombras o en la presencia de bustos y cuadros que adornan lúgubres corredores de solitarias mansiones. Por ello le ofrecieron diseñar varias versiones teatrales. Entre ellas 'The Mikado', 'Murder' o 'Drácula' con Frank Langella para Broadway, el más popular de los trabajos en este campo, por el que recibió un premio Tony que declaró no merecerse.

THE GOREY END

A finales de los noventa Edward Gorey se volcó en la compañía de teatro que había formado en Yarmouth. Curiosos espectáculos con actores y actrices de carne y hueso que compartían escenario junto a marionetas y muñecos.
Edward conocía al grupo de música The Tiger Lillies, especialmente su espectáculo 'Shockheaded Peter', basado en un libro de Heinrich Hoffman. La representación de los Tiger Lillies mostraba, entre otras historias, las terribles y extrañas muertes de niños en un fantástico cabaret en el que se utilizaban desde juguetes a marionetas.
Maravillado con el espectáculo, en 1999 Edward Gorey envió un paquete a Martin Jacques, compositor y cantante de los Tiger Lillies, con textos inéditos sin ilustraciones. Tras desechar la idea de llevar a cabo otra representación como 'Shockheaded Peter', Martin Jacques compuso con los textos, algunos de ellos ligeramente modificados, el disco 'The Gorey End'. La música que quiso Edward Gorey para añadir una nueva visión de sus textos y su obra y uno de los discos más extraños de la historia de la música. Una genuina marcianada. Trece curiosas canciones interpretadas por el propio Martin junto al cuarteto de viento Kronos Quartet, en las que al piano, batería y bajo se le añaden instrumentos de juguete, acordeones, ukeleles y una sierra cantante.
Estas geniales historias y la atmósfera circense de los Tiger Lillies, con la voz de psicópata de Martin Jacques, son imprescindibles para los fans de Gorey, que de no ser por esta curiosa amistad, hubiesen estado condenados al más triste de los olvidos. Los trece cortes del disco son crueles y oscuros, pero también hilarantes y melancólicos, en los que se refleja una atmósfera de auténtica decadencia, drama y humor negro.
Edward Gorey murió el 15 de abril de 2000, con problemas de corazón, cáncer de próstata y diabetes, tan sólo unos días después de haber escuchado por primera vez las canciones de 'The Gorey End'.

MANUAL PARA DIFUNTOS RECIENTES.
LA SOMBRA DE EDWARD GOREY


La influencia de Edward Gorey, directa o indirectamente, en la ilustración actual es enorme: Paul Hornschemeier, Max Andersson, Dame Darcy, Camilla Rose García, Jali, Serena Valentino, Roman Dirge y hasta Suehiro Maruo en 'The Gold Notebook', son sólo algunos ejemplos.
La influencia de Edward Gorey se nota también en la obra de Richard Sala, uno de los autores más reconocidos y con mayor importancia de la genial editorial americana Fantagraphic Books y nominado a un premio Eisner. En sus comics e ilustraciones Richard explota el blanco y negro hasta sus límites, con miles de rayados y texturas al igual que los de Gorey, añadiendo esta vez elementos del cine de terror y la serie B, como momias, zombies y excéntricos científicos.
A las influencias de Richard Sala se unen la de otro de los grandes de la ilustración macabra y del humor negro: Charles Addams. El popular dibujante del New Yorker y creador de la siniestra familia Addams era curiosamente amigo de Edward Gorey con el que compartía representante.
Otro de los ilustres influenciados por Edward Gorey es el popular Tim Burton, director de clásicos como 'Beetlejuice' (1988), 'Eduardo Manostijeras' (1991) o 'Ed Wood' (1994). Para averiguar la influencia de Edward Gorey no hay más que echar un vistazo a su primer y brillante corto 'Vincent' y compararlo con 'El Libro Sin Título' (en 'Amphigorey También') o a los bocetos de 'Pesadilla Antes de Navidad'.
Sin embargo, hay tantos detalles que revelan una profunda admiración por el trabajo de Gorey, que para algunos se trata de una más que descarada influencia. El caso más claro es el del conocido libro superventas de Burton 'La Melancólica Muerte del Chico Ostra'. Lo cierto es que Gorey ha supuesto una influencia muy grande en la obra del cineasta, anteriormente dibujante de la Disney. Burton diluye ésta junto a otras y le añade un indudable componente gótico mucho más exagerado y reiterativo que en la obra del añorado maestro.

LOS 5 MEJORES CUENTOS DE GOREY

EL SOFÁ SINGULAR

Más de una decena de personajes se unen en esta genial orgía a la que se une hasta un perro, leen el libro 'Los treinta y siete orgasmos' y explotan una enorme variedad de juguetes sexuales: las patas de palo de una pareja de tullidos, priapizados mangos de cacerolas y un insólito sofá propiedad de Sir Egbert, con nueve patas y siete brazos, tapizado con terciopelo escarlata.

EL DESVÁN DEL LISTADO

Algunos relatos pierden la estructura narrativa presentando una selección de momentos y estampas, de pocas líneas de duración. A pesar de ello, muchas de ellas dicen más que bibliografías completas de autores reconocidos y aborrecibles. Mi favorito es el del niño al que no le importaría que su padre le visitase cada noche en la cama, si no fuese porque murió hace 17 años.

THE VINEGAR WORKS

Este librito incluye tres de los cuentos más conocidos de Gorey. Por un lado, el volumen de enseñanza moral 'Los Pequeñines Macabros', la forma con la que enseñaría Wayne Gacy las letras del abecedario a un niño. Además el misterioso y terrorífico 'El Dios Insecto' y la obra maestra 'El Ala Oeste'. ¡Soberanamente indispensable!

EL INVITADO INCIERTO

Otro de los clásicos de Edward Gorey. La historia de un extraño personaje, una especie de oso hormiguero con bambas y una larga bufanda enrollada al cuello, que se muda a vivir a la casa de una familia de burgueses a la que martiriza con todo tipo de putadas. Un par de productores la adaptaron en la cargante serie de televisión familiar 'Alf'.

LA PAREJA ABOMINABLE

El lector debe perdonarme la obviedad de escritorcillo de agregado dominguero, pero los personajes de esta genial historia de Gorey son unos auténticos hijos de puta. La cruel historia de dos asesinos, una historia de pedofilia oculta y material fotográfico snuff. Salvaje y desgarradora. ¡Imprescindible!