22 de diciembre de 2009

13 PREGUNTAS PARA... JAVIER G. ROMERO

1. Quatermass ha ido transformándose progresivamente de un fanzine, con muchísima calidad, a libros monográficos completísimos y básicos en la biblioteca de cualquier aficionado al cine, y por supuesto, de cualquier aficionado al cine fantástico. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo analizas el cambio que ha vivido Quatermass?

Pienso que ha sido un proceso de evolución de todos los implicados en Quatermass. He ido depurando los planteamientos iniciales, y sin abandonar nunca el entusiasmo con el que comencé esta aventura hace ya casi 17 años, se han ido madurando una serie de criterios, enriqueciendo enfoques, atesorando conocimientos, ampliando la nómina de colaboradores… intentando siempre aunar la calidad, en cuanto a rigor profesional, con un estilo ameno y accesible que, lejos de resultar simplista, pueda satisfacer tanto al aficionado como al experto. La evolución de Quatermass, ha obedecido, por lo tanto, a un crecimiento natural, digamos “biológico”: infancia, adolescencia, juventud, madurez…

2. Las monografías de Quatermass son simplemente espectaculares. Pero, ¿cuáles son, en tu opinión, los inconvenientes de trabajar en un número monográfico en vez de una revista con contenidos más variados?

Pienso que no existen inconvenientes. Al contrario: cada monográfico ha sido como sumergirse en una galaxia repleta de planetas diferentes, tal es la variedad de cineastas, películas, estilos y calidades que guardan los países que hemos tratado hasta el momento. Por eso, ahondar en cada cinematografía supone casi afrontar diversos libros en uno, y esto es fascinante, porque, al final, todo ese eclecticismo cobra sentido, todas las piezas encajan, toda la información dispersa, perdida u oculta, revela, convenientemente procesada y analizada, un gigantesco “fresco” dispuesto para el disfrute del lector. Cuando Quatermass tenía una estructura más convencional, tipo revista divulgativa con temas variados, yo disfrutaba igualmente, pero siempre me quedaba la impresión de que se podía llegar “más allá”, dar un paso más en la especialización. En este sentido, y como precedente, te puedo citar la excelente revista donostiarra Nosferatu.

3. En este nuevo número de Quatermass colaboran unos 50 autores de varias nacionalidades diferentes. ¿Cómo fue coordinar un equipo de profesionales de esta envergadura?

Absolutamente maravilloso. El único problema era, como es lógico, el idioma. Tuve que agenciarme una potente herramienta informática de multitraducción para poder mantener la comunicación del día a día con cada uno de los escritores foráneos, cada cual con su propia problemática particular. Ten en cuenta que, en este número dedicado al fantástico transalpino, han colaborado italianos, franceses, ingleses, japoneses… a parte de los españoles, claro. Convenía evitar a toda costa que aquello se convirtiese en una inmensa Babel. Y en este sentido, la ayuda de Carlos Aguilar y su mujer Anita Haas ha sido fundamental, sobre todo a la hora de traducir y adaptar los textos extranjeros, pues ambos hablan perfectamente varios idiomas. El número anterior de Quatermass, el dedicado al fantástico británico, ya había supuesto un ensayo de lo que se avecinaría con el italiano, ya que en aquel colaboraron igualmente, aunque en menor número, expertos de diversas nacionalidades… Aunar a un gran equipo de escritores españoles con un no menos sobresaliente grupo de autores foráneos, para mí ha sido una experiencia inolvidable y enriquecedora. Y todos, en mayor o menor medida, y sin excepción, han demostrado una profesionalidad, un respeto y una implicación en el trabajo absolutamente admirables, que nunca agradeceré lo suficiente.

4. ¿Podrías contarnos cuál es el papel del genial Carlos Aguilar en Quatermass?

A Carlos le conozco desde hace unos 15 años, aunque yo ya seguía de cerca su trabajo desde tiempo atrás. Le invité a participar en una de las mesas redondas programadas en la Semana de Cine Fantástico de Bilbao, certamen que entonces yo dirigía en la capital vizcaína. Encontré a una persona que, a pesar del gigantesco éxito de su “Guía del Video-Cine”, huía de cualquier divismo y se mostraba tan profesional como asequible. Además, descubrí que era un extraordinario conversador, siempre ameno, con una anécdota brillante para cada momento y un sentido común a prueba de bomba. Aquel encuentro tuvo sus frutos, pues dimos comienzo a una buena amistad que hoy perdura, y que además ha propiciado diversas colaboraciones mutuas en variados proyectos. Entonces, puedes imaginarte lo orgulloso que me siento de que Carlos aporte su trabajo en las páginas de Quatermass. Pero no sólo eso, pues él ha facilitado numerosas sugerencias y contactos que, a lo largo del tiempo, han repercutido positivamente en la publicación.
5. Quatermass cine italiano tiene cerca de 400 páginas con entrevistas, artículos y películas reseñadas, apoyadas con un archivo de 1.700 fotografías. Pero en tu opinión, ¿cuáles son las diez mejores películas de cine fantástico italiano que has visto?

Es dificilísimo responder a esto, porque hasta las peores tienen algo que las distingue de manera particular, alguna idea curiosa, una secuencia interesante… Además, la cantidad de títulos que conforman el fantástico italiano es, directamente, inabarcable. En este Quatermass quise que la antología crítica aglutinase el mayor número de películas posible, dentro de las limitaciones fisicas de un libro, se entiende, y terminamos reseñando nada menos que 143, en un arco cualitativo que comprende desde las obras maestras hasta los films más infames, con todas las gradaciones intermedias que puedas imaginarte. Pero si entre todas ellas he de elegir diez por las que en este momento sienta mayor predilección, destacaría “El molino de las mujeres de piedra” de Giorgio Ferroni, “La frusta e il corpo” y “Operazione paura”, ambas de Mario Bava, “Hanno cambiato faccia” de Corrado Farina, “El asesino ha reservado nueve butacas” de Giuseppe Bennati, “Il profumo della signora in nero” de Francesco Barilli, “La casa dalle finestre che ridono” de Pupi Avati, “Suspiria” de Argento, “Il nido del ragno” de Gianfranco Giagni, y el episodio “Toby Dammit” que Fellini dirigió para el film colectivo “Historias extraordinarias”. Algunas son magistrales, otras no tanto, pero todas ellas han sabido conectar de manera especial con mis gustos e inquietudes. Aunque seguro que si me preguntas dentro de unos días, te citaría otras películas distintas.

6. Y ahora como experto en cine fantástico, ¿podrías decirnos cuáles son en tu opinión las mejores diez películas de cine fantástico en general que has visto?

Esto ya es virtualmente imposible de responder con un mínimo de rigor, compréndelo. Estamos hablando de más de un siglo de cine fantástico, podría hacerte la lista de mis 100 películas favoritas. Pero si quieres que te cite diez, planteándolo como un juego, lo haré independientemente de su calidad, centrándome sólo en cuestiones de puro y simple gusto personal: “La matanza de Texas” (versión Hooper), “Suspense” de Jack Clayton, “La niebla” (la de Carpenter, por favor), “Drácula” y “El cerebro de Frankenstein”, ambas de Terence Fisher, “Amenaza en la sombra” de Nicolas Roeg, “The wicker man” (versión Robin Hardy, obviamente), “Orfeo negro” de Marcel Camus, “La noche del demonio” de Jacques Tourneur, “La novia de Frankenstein” de James Whale… Podría llenar varios folios.

7. Para buscar las “influencias” de la revista Quatermass es esencial conocer las publicaciones Terror Fantastic y Famosos Monsters del Cine -y por tanto la Famous Monsters de Forrest J. Ackerman-, ¿no es así?

Podría decirse que sí, en cuanto que ambas publicaciones han supuesto para mí hitos importantes en mi formación cinéfila. Terror Fantastic es, aún hoy y bajo mi punto de vista, la mejor revista sobre el género publicada en España. Y con el mérito añadido de ser un producto 100% autóctono. Disponer hoy de los ejemplares de aquella revista es poseer un tesoro, pues sus responsables afrontaban con total rigor y profesionalidad un género ninguneado por la crítica oficial de la época, y además sin rendir incondicional pleitesía a las figuras entonces en el candelero; siempre procurando ofrecer opiniones argumentadas y con conocimiento de causa. El Famosos Monsters de Garbo ofrecía otro enfoque, heredado de la edición original yanqui, fiel reflejo de la personalidad mitómana de su creador, Forry Ackerman. En este sentido, la revista contagiaba un inmenso amor por el género, sin plantearse ningún posicionamiento crítico, sino homenajeando a los cineastas y las películas de la edad de oro del fantástico norteamericano, básicamente. Terror Fantastic y Famosos Monsters aportaban, sin duda, dos puntos de vista distintos pero complementarios.
8. Sin embargo, en Quatermass han desaparecido los cómics que tenían una presencia muy importante en, por ejemplo, Famosos Monsters del Cine. Y eso a pesar de que te gusta mucho el cómic e incluso dibujas desde hace tiempo. ¿Cómo ves este hecho? Corben, Wrightson, Colan, Josep Mª Beá, Pepe González… ¿es ése el tipo de cómic que más te gusta?

Sí, Famosos Monsters solía dedicar las páginas centrales, casi siempre en color, a publicar un cómic. Ahí, precisamente, conocí la obra del gran Richard Corben. De todas formas, tampoco pienso que la presencia del cómic fuese fundamental dentro de la revista que dirigía Luis Vigil. También se publicaban relatos de terror (algunos firmados por el propio Vigil). En Quatermass sólo publicamos dos cómics, uno de Álex de la Iglesia en nuestro nº 0 y otro de Borja Crespo en el nº 1, además de un ensayo de Hernán Migoya aparecido en el nº 2, sobre la adaptación a las viñetas del clásico de Tod Browning “Freaks”. Por lo demás, no ha habido mayor presencia del mundo del cómic en las páginas de Quatermass. Y no porque no me interese, ya que es una disciplina que particularmente me gusta mucho, pero tampoco quería dispersar los verdaderos objetivos de la publicación: hablar sobre cine. En cuanto a los cómics, por supuesto que me atraen estos autores que citas, excelentes (de Beà guardo con especial aprecio su álbum “Fobia y otros relatos”), aunque con el paso del tiempo he ido incluyendo otros creadores entre mis preferencias: los franceses François Bourgeon y Laurent Vicomte, el serbio Enki Bilal, los italianos Vittorio Giardino, Milo Manara, Guido Crepax… De los autores norteamericanos me interesa especialmente Charles Burns, y entre los españoles me impactaron mucho, allá por los años 70, Hernández Palacios y Víctor de la Fuente, y un par de autores que cultivaban un estilo ciertamente pop, que me encanta, como Bayona y Miguel Calatayud. Recuerdo con gran cariño una revista de cómics que se editaba en Madrid a principios de la década de los 70, “Trinca”, una publicación absolutamente fabulosa, así como otra, almeriense, centrada en ensayos e investigación, la muy interesante “Tebeolandia”, que surgió a mediados de los 90 e incluía también entrevistas a autores.
9. Supongo que con tus viajes, contactos y amistades habrás conseguido una buena colección de objetos, firmas y demás memorabillia por la que mataría cualquier apasionado del cine fantástico y de terror. Llevando un poco más allá la influencia de Famous Monsters a Quatermass, ¿sería posible llevar a cabo un proyecto como la Ackermansion de Forrest Ackerman con Quatermass?

Desde luego que no. Ackerman poseía piezas únicas y maravillosas. Ten en cuenta que él tenía muy a mano Hollywood y estaba magníficamente relacionado, los mismos cineastas le cedían de buen grado sus recuerdos y mucho material de atrezzo. En su casa-museo lo mismo podías encontrarte las pistolas futuristas usadas en el serial de los años 30 “Buck Rogers”, que partes del maquillaje utilizado por los alienígenas de “This island Earth”, o mascarillas faciales de Bela Lugosi, Vincent Price o Peter Lorre. Forrest Ackerman fue, ante todo, un enamorado de la ciencia-ficción, más que del terror, y, en su faceta de editor, llegó a relacionarse con algunos de los padres fundadores de la ciencia-ficción tal y como la conocemos hoy, figuras de la importancia de A. E. Van Vogt, H. G. Wells, Frederik Pohl, Henry Kuttner o el mismísimo Edgar Rice Burroughs. Quiero decirte con esto, que Ackerman estuvo ahí desde el principio formando parte del meollo, atesorando material prácticamente desde que nació, a primeros del siglo pasado. Aunque algunos comentan que su Ackermansión es más un almacén que un museo, donde se acumulan sin orden ni concierto toneladas de objetos, sin duda visitarla ha de ser apasionante. Pero aparte de los recuerdos que yo haya podido ir recogiendo con el paso de los años, donde incluyo pósters, programas de mano, fotografías, libros, películas, discos, etc., de lo que estoy muy contento es de la colección de autógrafos originales que he atesorado desde hace décadas junto con mi hermano Ángel, que como sabes se encarga de todo lo relativo a bandas sonoras en Quatermass: para que te hagas una idea, nos han dedicado fotos estrellas como Kirk Douglas, Robert Mitchum, Vincent Price, Peter Cushing, Bette Davis, Clint Eastwood, Lana Turner, James Stewart, Gregory Peck, Robert De Niro, Jane Fonda, Bo Derek, Laurence Olivier, Alec Guinness, Sophia Loren, Charlton Heston, Jack Lemmon, Max Von Sydow, Vanessa Redgrave, Angie Dickinson, Stella Stevens, Olivia de Havilland, Glenda Jackson, Gene Kelly, Mickey Rooney, Harrison Ford, Tom Cruise, Caroline Munro, Terence Stamp, Shirley MacLaine, Toshiro Mifune, Roman Polanski, Oliver Stone, Ennio Morricone… y centenares más. Hasta gente como Ronald Reagan, que nos envió una foto suya en el despacho oval de la Casa Blanca. Y en cuanto a los españoles, Fernando Fernán Gómez, Alfredo Landa, Imanol Arias, Susana Estrada, Victoria Abril, Pastora Vega, Juan Echanove, Amando de Ossorio, Jesús Franco… La lista es interminable.
10. Una de las novedades de Quatermass es la coedición con Scifiworld del libro “John Philip Law. Diabolik Angel”, escrito por Carlos Aguilar y Anita Haas. Es muy positivo que una revista como Quatermass apoye la edición de este tipo en ensayos más especializados. ¿Vas a continuar con esta otra labor editorial en los próximos meses?

Casi me atrevería a decir que la edición de libros especializados es una consecuencia lógica dentro de la evolución de Quatermass. Mi intención es proseguir con esta línea; desde luego, proyectos tengo unos cuantos para ir desarrollando a medio plazo. “John Phillip Law. Diabolik Angel” ha sido un libro especialmente entrañable para Carlos y Anita y para mí, ya que lo confeccionamos en estrecha colaboración con el propio Law, que estaba emocionadísimo con el proyecto. Pero por desgracia, un cáncer de páncreas fulminante acabó con su vida un par de semanas antes de que el libro saliese de imprenta. Al menos consiguió ver las primeras pruebas de impresión, así como las portadas, y estaba encantado. El propio Ray Harryhausen nos escribió el prólogo, ya que desde el rodaje de “El viaje fantástico de Simbad”, ambos se hicieron muy amigos. La verdad es que estoy muy contento con el libro, pues refleja no sólo la increíble vida de John, de la que se podría rodar un largometraje estupendo, sino también la historia del cine mundial durante los últimos cincuenta años, ya que John hizo películas sin parar en los cinco continentes. Todo eso está reflejado en esta biografía en formato entrevista, que se hace apasionante a cada página. El mayor mérito, además del que les corresponde a Carlos y a Anita como autores, pertenece al propio John, que se sinceró sin tapujos y puso también a nuestra disposición su inmenso archivo personal de recuerdos.

11. Sabemos que guardas celosamente la temática del próximo Quatermass pero, ¿podrías contarnos un poco más sin desvelar ningún secreto? ¿Hay una fecha aproximada de lanzamiento?

Me temo que en esto habré aún de guardar silencio. Desde luego que tengo ya pensado el tema de la siguiente entrega, pero quiero, en lo posible, preservar el efecto sorpresa. Sí te puedo adelantar que será algo monumental. Y en cuanto a la fecha de lanzamiento, ya sabes que la periodicidad de Quatermass es más bien guadianesca; entre un número y el siguiente pueden pasar tranquilamente, como si nada, de dos a cuatro años. Y hace apenas uno que he sacado la Antología del cine fantástico italiano. Soy muy meticuloso en la confección de cada Quatermass: la preparación, el contacto con los escritores, los plazos de entrega, las correcciones y traducciones, la búsqueda del material fotográfico, el diseño y la maquetación… Me gusta tomarme mi tiempo, disfrutar del proceso de creación, mimar cada aspecto del ejemplar… Y cuando por fin sale Quatermass a la calle necesito un periodo de reposo y reflexión, recuperar fuerzas, pensar… Intentando compatibilizarlo con la promoción y difusión, claro.

12. Sabemos que has coordinado el libro “Hecho en Europa. Cine de géneros europeo, 1960-1979" de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón. ¿En qué otros proyectos estás trabajando ahora mismo?

Este libro que mencionas ha sido también una experiencia muy gratificante. Fue un proyecto que mi buen amigo Jesús Parrado, director del certamen “Peor… ¡Imposible!”, y yo presentamos al Ayuntamiento de Gijón, con idea de editarlo haciéndolo coincidir con el décimo cumpleaños del festival. Además, no existía en España ninguna obra que tratase el cine de géneros en particular, por lo cual el libro poseía un aliciente especial. Reuní un equipo de once escritores contrastados y nos pusimos manos a la obra. “Hecho en Europa” repasa muchos de los géneros populares que alimentaron este tipo de cine durante las décadas de los 60 y 70: el cine de superespías a lo James Bond; el policíaco español, el inglés, el polar francés, el krimi alemán, el giallo italiano; las aventuras en sus diversas vertientes: piratas, capa y espada, la aventura colonial, las imitaciones europeas de Tarzán; el eurowestern; el terror y la ciencia-ficción; el cine bélico; y las interrelaciones entre el cine de géneros y el erotismo, la literatura, el cómic y la música… Es un libro de pequeño formato donde se pretende dar a conocer aquel fenómeno europeo a los no iniciados, mientras que a los expertos les servirá de recordatorio. Cuidé mucho, también, el apartado iconográfico, con cerca de 300 imágenes, entre fotografías y carteles. Fue apasionante hacer este libro. En cuanto a nuevos proyectos, dicen que trae mala suerte airearlos antes de tiempo, y, como sabes, no soy muy partidario de comentarlos hasta que no sean inminentes. Lo que sí puedo señalarte es que ahora estoy en la campaña promocional del libro, junto con Jesús Parrado, y ya ha salido reseñado en revistas como “Dirigido por”, “Imágenes de Actualidad”, y en diversas páginas web. Dentro de poco lo presentaremos en un acto especial de la Universidad de Valencia.
13. ¿Cómo has vivido la muerte de Jacinto "Paul Naschy" Molina hace apenas unos días?

Sin duda ha sido un duro golpe para los amantes del fantástico patrio, pues Paul era un icono de nuestro género, importante para comprender la especial idiosincrasia del cine de horror español. Conocí a Jacinto Molina en 1996: le invité a nuestra Semana de Cine Fantástico de Bilbao, pues aquel año organizamos un homenaje en su honor. El hombre estuvo encantadísimo y a partir de entonces mantuvimos una amistad de varios años. Volví a invitarle, esta vez para que formase parte del jurado del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao; asistimos al rodaje de “Licántropo”, entrevistamos a Paul en variadas ocasiones para Quatermass; cuando no coincidíamos en algún evento solíamos charlar por teléfono… Pero seis años después se enfadó con nosotros al no estar de acuerdo con la valoración que hicimos de sus películas en la Antología del Cine Fantástico Español. Al poco tiempo, aquel mismo año, coincidimos en el Festival de Trieste, en Italia, como miembros de la mesa redonda sobre el fantástico español (junto con Eugenio Martín, Lone Fleming, Jack Taylor, Brian Yuzna, Carlos Aguilar e Iñigo Vallejo-Nágera) y fueron unos días amargos, en los que me expresó sin pausa sus reproches. Era un hombre apasionado por el género, pero, siempre que fuese posible, convenía estar en sintonía con sus opiniones para evitar que te viese como un enemigo. En este sentido, su carácter era inflexible, pues se consideraba un gran cineasta, un creador de extraordinario talento. Quizá esta manera de ser, que a menudo le hacía estar a la defensiva, propiciando incluso cierta crispación, favoreció que entre muchos compañeros de profesión, excepciones aparte, no se le tuviese en mayor estima. Y, a la vez, sufría mucho por esta circunstancia, sintiéndose incomprendido, incluso atacado, pues imaginaba que todos estaban en su contra, sobre todo la crítica especializada. Al final, se creaba una especie de círculo vicioso. Una pena. Pero su labor está ahí, e independientemente de su calidad, y en su justa medida, significa un esfuerzo encomiable. Desde luego es una figura irrepetible.

Javier, envía un saludo a los lectores de Quatermass que ahora mismo estén leyendo esta entrevista.

Faltaría más. Quiero transmitir todo mi agradecimiento a los amantes del cine fantástico, pues ellos, con su fidelidad y su apoyo, hacen posible que Quatermass exista, esto es un hecho. Nosotros procuramos transmitir a través de nuestras páginas todo ese amor por el género y ponemos un gran cariño en cada aspecto de la publicación. Si los lectores disfrutan con ello, entonces habremos conseguido el objetivo: compartir entre todos nuestros gustos, opiniones, experiencias y conocimientos. Porque no olvidamos, y yo el primero, que quienes hacemos Quatermass somos, ante todo, como nuestros lectores, entusiastas del género. En este sentido, tengo muy presentes los orígenes de Quatermass como humilde fanzine, de los que siempre me sentiré orgulloso. Envío desde aquí un abrazo a todos nuestros seguidores y también, Javier, a los lectores de tu estupenda publicación Infernaliana. Gracias sinceras por todo.