"Allí ardieron Poe y Lovecraft y Hawthorne y Ambrose Bierce, y todos los cuentos de miedo, de fantasía y de horror, y con ellos los cuentos del futuro. (...) Primero censuraron las revistas de historietas, las novelas policiales y por supuesto las películas (...)"
Ray Bradbury. Crónicas marcianas.
¿Y qué sería de nosotros si la espantosa pesadilla de Ray Bradbury hubiese ocurrido? El fin de lo macabro y del terror. El fin de la imaginación. Pero, ¿y qué hubiese sido de Jesús Palacios? Y es que entre todos ellos, se coloca como un estudioso de la vida de los que prefirieron vivir en las sombras. Amante del cine de terror, de los libros raros, del ocultismo y de la astrología. Lo mismo escribe una guía de cine gore como la biografía de Erik Jan Hanussen, el mago de Hitler.
Esperemos que esta profecía del otro mago, de Ray Bradbury, nunca se convierta en realidad, y mientras tanto, lo haremos en nuestra Usher III, leyendo los libros de Ambrose Bierce, de Le Fanu, y otros miles, entre los que brillan con el más oscuro de los destellos los de Jesús Palacios.
Para encontrar tus inicios como escritor hay que remontarnos a los 80 y a los fanzines que editabas: "Excalibur" y "El Grito". Imagino que hacer un fanzine en Madrid en esa época debía ser realmente difícil, aunque también muy gratificante. ¿Cómo recuerdas aquella época? ¿Qué te parecen los fanzines y revistas de cine fantástico actuales? ¿Cuáles son los que más te gustan?
Aunque no me gusta ponerme sentimental, aquellos primeros 80 de los fanzines y El Rastro madrileño son inevitablemente entrañables. Fue un momento casi único, de eclosión cultural tras muchos años de sequía, precedidos por los últimos 70 y los primeros atisbos de una cultura pop, joven y radical. No era fácil hacer fanzines, pero nos las apañábamos bastante bien y "Excalibur" y "El Grito" surgieron de una necesidad básica por expresarnos, que se veía bien acompañada por otros fanzines que fueron ejemplo y compañeros de viaje, en alguno de los cuales colaboré también de vez en cuando: "Morpho", "Blagdaross", "Fan de Fantasía", "Terminal", "Space Opera", "Serie B", etc., etc. Además, lugares como la Cuesta de Moyano, las librerías Mafalda, Totem, Madrid Cómics o El Aventurero, y muy especialmente El Rastro, se convertían en centros vitales de reunión, polémica y disfrute entre aficionados. En una buena mañana de domingo podías encontrarte a un serio faneditor especializado en Burroughs conversando con un rockero moderno como Miguel Ángel Arenas, podías cambiarle una maqueta a Alaska por un fanzine de cine de terror o repasar todas las series de televisión fantásticas con Cidoncha, Carlos Giménez o Mario Ayuso. Por demás, muchos de aquél entonces ya no están entre nosotros: mi padre, Joaquín Palacios, que siempre me ayudó y quien era el verdadero coeditor y colaborador número 1 de "Excalibur" y "El Grito", Pedro Duque, Emilio Sierra, Alfonso Álvarez Lorencio... Se han ido y con ellos una parte de nuestra historia del fandom y de mi historia personal. Pero lo que se ha perdido sobre todo de aquél entonces es esa interrelación entre cómic, cine, literatura, arte y demás hierbas, que propiciaba que en la primera Hispacón, por ejemplo, debutaran Radio Futura. Eso es lo que echo a faltar en el fandom de hoy, mucho más onanista y obsesivo. Por otra parte, fue gracias a los fanzines, a "Excalibur" y demás, como empecé a escribir profesionalmente en "La Luna de Madrid", de donde luego ya pasé a "Fotogramas" y otros medios.
Una de tus obras más conocidas es sin duda "Goremanía", un completísimo listado sobre cine sangriento con más de diez años de vida, más adelante completado con "Goremanía II". Sin embargo, tus libros también han sido criticados por cierto sector de aficionados al género. Conociendo tan bien la crítica de ensayos de cine, ¿cómo ves este tipo de opiniones detractoras de tu trabajo?
Bueno, ser criticado cuando eres escritor y hasta figura pública es algo normal. Soy consciente de que, además, el mundo del fantástico, el cine de terror, la ciencia ficción y campos afines, es especialmente dado a la crítica negativa y hasta destructiva. Nunca rechazo una buena conversación crítica o un intercambio de posturas racional... No soy perfecto y además, el cine es absolutamente subjetivo, a pesar de lo que crean algunos. Lo único que me molesta es el tipo de crítica personal, movido más por la envidia y por la conspiranoia que por otra cosa. Este es un mundillo donde muchos te critican solo por el síndrome de Iznogud (o sea: quiero ser califa en lugar del califa), muchos creen que nadas en la abundancia y vives quitándoles el pan de la boca... Nada más alejado de la realidad, claro, y vivir de escribir con 40 años, pagando tus facturas y sin una nómina es hacer verdaderos malabarismos. Pero eso no cuenta, dado que el aficionado paranoide centra en uno sus frustraciones y decepciones, producto muchas veces de su propia incapacidad para funcionar eficazmente (escribir bien, socializar, entregar a tiempo, esforzarse por aguantar a quienes no opinan como ellos...). Ahí no hay nada que hacer, pero con quienes critican con conocimiento de causa y porque mantienen convicciones diferentes, con esos suelo rodearme y pasar muy buenos ratos discutiendo, que es una de mis pasiones.
Además del citado "Goremanía", convertido ya en un clásico, eres el autor de libros indispensables para el amante del fantástico y lo macabro como la guía de cine zombi "Planeta Zombi", "Psychokillers", "Satan en Hollywood", "Nosotros los vampiros", etc. De todos los libros que has escrito, ¿de cuál estás más satisfecho?
Eso es siempre muy difícil, ya que cada libro tiene su historia peculiar e incluso, diría yo, su función particular. Nada tiene que ver una videoguía tipo "Goremanía" o "Planeta Zombi" con un ensayo como "Psychokillers" o un libro de cotilleos de altura como "Satán en Hollywood". Si ahora tuviera que elegir uno, creo que sería "Erik Jan Hanussen. La vida y los tiempos del mago de Hitler", pero solo porque la biografía es un género que no he cultivado nada más que en esa ocasión y porque el personaje, y su época, me absorbieron por completo y creo que transmito bien esa fascinación al lector.
Has demostrado en tus libros ser un auténtico fan de Dario Argento e incluso has desarrollado y analizado la trilogía de las Tres Madres del genial autor italiano. Parece ser que no formaba parte de esa trilogía " La Chiesa" de Michelle Soavi, puesto que relativamente pronto podremos ver la última parte de esta trilogía en "Mother of Tears". ¿Cuál es tu opinión sobre este esperado filme?
Soy un gran amante no solo de Argento y Soavi, sino, en general, del cine de terror italiano, del giallo y de todas sus variantes. Prefiero con mucho el disfrute del terror latino, con sus excesos visuales y su falta de interés en la lógica al uso, que los productos hollywoodienses, mucho más estandarizados. De "Mother of Tears" no sé qué esperar, ya que en los últimos tiempos Argento suele dar una de cal y otra de Arena, y de Soavi no se ve nada de nada... Naturalmente, la espero con interés, pero mientras me entretengo en revisar, gracias al DVD, los clásicos de Bava, Tessari, Luigi Bazzoni, Freda, Deodato y demás, que no paran de salir, gracias al cielo.
En INFERNALIANA somos fans de la editorial Valdemar, que ha editado varias obras tuyas, como lo somos de los grandes escritores de literatura fantástica. Por citar algunos, aparte de los iconos como Stoker o Lovecraft, nos encantan Bierce, E. J. Benson, Saki, Hope Hodgson… ¿Cuáles son tus favoritos?
Una vez más, siempre es complicado elegir. Sin embargo, yo separo bastante entre los autores anglosajones, que adoro pero tengo demasiado explotados, y los continentales, que siempre me resultan más variados y sorprendentes. De los primeros, mis favoritos siguen siendo los más esotéricos y "materialistas": Algernon Blackwood, Arthur Machen, William Hodge Hodgson... Aunque también me divierte mucho la corriente pulp americana: Seabury Queen, Robert E. Howard, etc. Sin embargo, como os decía, lo que más disfruto en los últimos años son los autores centroeuropeos, francobelgas, franceses y así: Jean Ray, Oskar Panizza, Karel Chapek, Villiers, Gustav Meyrink, Ewers, Jules Renard, Champauvert... Y en Valdemar hemos editado algunas joyas de la literatura más excéntrica y decadente que recomiendo a quienes busquen emociones literarias fuertes: Ronald Firbank y el Barón Corvo, por ejemplo. Sin olvidar al Divino Marqués, Sade, que muchos aficionados desconocen siendo un clásico fundamental del género... Y no me refiero solo al erótico o pornográfico, sino también al gótico. Naturalmente, de los españoles, destacaría al bohemio y excéntrico Emilio Carrere, y no solo con "La torre de los siete jorobados".
Otro de los puntos en común que tenemos contigo es la pasión por algunos personajes de la historia que nos parecen fascinantes. Me refiero a personalidades como Aleister Crowley, Arthur Conan Doyle, Erik Jan Hanussen o Albin Grau. ¿Cuál ha sido el que más te ha impresionado?
Lógicamente, uno de los que más me han impresionado, como ya apunté más arriba, ha sido Hanussen. Pero siento una natural fascinación y atracción por personajes "bigger than life", que se han atrevido a vivir sus obsesiones y pasiones por encima (y por debajo) de la sociedad bienpensante. Además de los que citas, me atraen otros como Gurdjeff, Mario Roso de Luna, Anton LaVey, Hans Heinz Ewers, Sade, Huysmans, Sir Francis Dashwood, el Tsar Peladan... y, en fin, magos, decadentes, libertinos, intelectuales atrevidos, misántropos, esotéricos y excéntricos.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Ahora mismo acabo de terminar la tercera entrega de libros sobre cine y serie negra para el Festival Internacional de Cine de Las Palmas, que he coordinado junto a Roberto Cueto: "Asianoir. Serie Negra al estilo oriental", que trata sobre las variantes noir del cine y la cultura oriental, de Japón a Tailandia, y en el que hay colaboraciones de muchos autores y rescate de textos clásicos de Paul Schrader y otros. Por otro lado, estoy preparando una antología de los relatos espiritistas de Emilio Carrere para Valdemar, que irá acompañada por un extenso prólogo sobre nuestros intelectuales y escritores "espiritistas", que sorprenderá a más de uno. Y, finalmente, estoy comenzando un nuevo libro en la línea de "Psychokillers", "Los ricos también matan" o "Satán en Hollywood", que llevará el título de "Katanas, mentiras y cintas de vídeo", y analizará los tópicos informativos y desinformativos alrededor de expresiones de la cultura juvenil, pop y oscura, criminalizados, como los juegos de rol, los videojuegos, las supuestas "snuff movies", el rock satánico, etc. Espero que sea un libro polémico, en el que voy a volcar también mi propia experiencia en programas televisivos como "Crónicas marcianas", "TNT", etc.
Por último, ¿podrías enviar un saludo a tus lectores que ahora estén
leyendo esta entrevista en INFERNALIANA?
Naturalmente: para todos los amigos de Infernaliana, un saludo desde el Lado Oscuro, donde se está mucho más a gustito, junto a Nodier y compañía, que bajo la luz del sol y sus aburridos habitantes.